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Mujeres, un catalizador en el desarrollo tecnológico

Por: Erika Domínguez, Directora de Estrategia y Comms de KIO Networks

A los 11 años, las niñas se sienten atraídas por las carreras relacionadas con las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas conocidas como STEM (por sus siglas en inglés), pero pierden el interés alrededor de los 15 años y de acuerdo con la Unesco, son los prejuicios y estereotipos que alejan a las niñas y mujeres de este campo.

Las mujeres representamos prácticamente la mitad de la población a nivel mundial, sin embargo, de acuerdo con un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas en 14 países, las mujeres tienen un 18% de probabilidad de estudiar una licenciatura en esta área, un 8% de estudiar una maestría y un 2% el doctorado, lo que se traduce en una inmensa reducción de talento para la tecnología y la ciencia, en términos de creatividad y diversidad en los equipos, así como en las perspectivas al abordar temas de investigación y llegar a nuevos resultados.

Tan sólo en México, de acuerdo con cifras del INEGI al cuarto trimestre de 2018, de una comunidad de 752 mil personas quienes laboran en áreas relacionadas con las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC’s), 83% son hombres y sólo el 17% mujeres.

La decisión de estudiar una carrera de corte científico está ligada a qué tanto las niñas se visualizan en el futuro dentro de esas áreas y qué tanto sentimiento de pertenencia puedan desarrollar en esos ambientes, por ello, es importante que todos trabajemos en generar condiciones favorables para brindar un entorno de libertad, inclusión y reconocimiento a las mujeres que quieran desarrollarse en una carrera afín a las matemáticas.

Ante este panorama, es fundamental crear estrategias que atraigan, retengan e impulsen el talento de las mujeres aplicado al campo de las STEM, además potenciar sus conocimientos y habilidades para que puedan consolidar su desarrollo profesional, de manera tal que establezcamos un entorno donde haya mayor mentoría, acompañamiento y desarrollo de las nuevas generaciones de científicas, matemáticas, programadoras; directivas, emprendedoras de una start up.

Las escuelas, universidades, empresas, organismos y países más innovadores serán aquellos que asuman el reto de construir espacios cada vez más abiertos e incluyentes para motivar la participación de las niñas y mujeres en las STEM, aquellos que no quieren perder la oportunidad de crear el futuro.